8 Oct, 2017 | "Según como yo veo las cosas acá en la Isla estamos presenciando dos formas bien diferentes de hacer campaña de los comandos de los principales candidatos a sentarse en la silla de la ahora llamada Av. Bolívar asuntina, antes Constitución".

El tío Caballo Rojo me echa la bendición y prosigue su perorata. "Fíjese, por ejemplo, como ha venido desarrollando mi Gene su campaña y se dará cuenta que está jugando cuadro cerrado, o sea, sus estrategas se han percatado que acá pasa igual que al resto del país y afinca su mayor esfuerzo en tratar de conservar el voto duro del oficialismo y amarrar el de los trabajadores del sector público con aumentos salariales, tarjetas con centavo, la chamba juvenil, y los presuntos cauchos para los buses. Poco contacto en barriadas, poca publicidad y mucho acto cerrado por sectores (maestros, policías, viejitos en centro de arte, venetur y centro de convenciones".

Dice que la razón de este tipo de actividad se sustenta en la línea maestra de jugar a la abstención. Si se mantiene, por una parte, el voto duro del bolivarismo y, por la otra, la mitad de los electores se queda en casa y no sufraga, las posibilidades de triunfo de los rojo rojillos son importantes. Dicho de otra manera, ganarían por forfeit, como dicen los peloteros.

Señala que, para apuntalar esa ruta, el abanderado rojillo cuenta con la complicidad de un árbitro que viene aplicando la ley del embudo a favor del proceso. Doña Tibia y su cortejo, como dice Caballo, no se le empaña el ojo para pasar por encima de la Bicha y de las leyes para favorecer a los adalides del Embustero.

"Por el lado del ronquito de Porlamar la cosa es diferente. Sus consejeros mandaron a jugar cuadro abierto pues saben que el descontento entre la población es de tal magnitud, que si la mayoría sale a votar, la victoria sería de la oposición. De manera que su estrategia está dirigida a vencer a la abstención. De allí la profusión de propaganda, las caminatas y contactos con los vecinos de los pueblos para romper la idea de no participar propiciada por los radicales de extrema derecha que, irónicamente, ha venido ayudando con esa posición, al gobierno del Embustero".

Concluye que, al final, será la determinación de las comunidades en decidir si quieren seguir sufriendo los rigores y carencias de la acción del régimen del Embustero y su combo o, por el contrario, buscan un poco de oxígeno con el cambio de gobernadores, en este caso, el de Nueva Esparta.

"Como yo siempre digo, sobrino, el que se sienta beneficiado con la acción del régimen, que vote por su reelección, pero quien se sienta perjudicado, deje el culipandeo y lo castigue con su voto. Total, dicen que el que se muda, Dios lo ayuda".