30 May, 2018 | Como docente universitario, puedo afirmar que vivimos a diario la gigantesca crisis educativa y social que atraviesa el país. Los centros de formación profesional de pregrado y postgrado no son la excepción ante el desastre en que el madurismo ha hundido los distintos niveles de educación: inicial, primaria, bachillerato, y por supuesto, universitaria. Por ello, cuando nuestros estudiantes, la mayoría con menos de 20 años y, en algunos casos adolescentes, todos universitarios, salen a protestar por las carencias que tienen sus centros del conocimiento porque no tienen funcionamiento del comedor y transporte, deficiencia en la dotación de materiales de laboratorio o bibliotecas, inexistencia de becas dignas, así como la falta de salarios decentes para los profesores, hacen semejantes acciones, convencidos de que es la única manera de tratar de ser escuchados por una dirigencia cuya única respuesta es la afasia, porque simplemente no tienen argumentos y menos justificación para intentar convencer a nuestros jóvenes de que tal crisis es producto del "imperio" y una fantasiosa "guerra económica". En tal sentido, los estudiantes de la Universidad de Oriente (UDO), núcleo de Nueva Esparta, con un alto sentido de preocupación tanto por su bienestar como el de su formación profesional, y por ende, del país, tuvieron que salir frente a las instalaciones de tal centro de estudios para exigir el cumplimiento de sus derechos constitucionales, educativos y sociales. No obstante, la respuesta de las autoridades políticas —que son controladas en el estado por el mal llamado "protector", quien no esta centrado en el diálogo con los estudiantes-, fue de arremeter contra estos, ordenando que la protesta fuera dispersada utilizando "gas del bueno", en donde salieron heridos varios muchachos, pero además otros resultaron detenidos, lo cual demuestra que este gobierno es especialista en aumentar su lista de presos políticos, donde nuestros estudiantes encabezan las listas por el simple hecho de manifestar por la violación al derecho a la educación, que ha sido vapuleado por el madurismo en todas sus manifestaciones. Fui testigo de excepción sobre lo que ocurrió en las inmediaciones de la UDO en la isla de Margarita, así que deploro y condeno en máxima expresión lo que ha ocurrido en contra de los estudiantes universitarios. Por consiguiente, responsabilizo de manera total y absoluta a Dante Rivas como jefe de la violencia "institucional" que se ensañó de manera despiadada y cruel, incluso llegando al extremo de invadir los espacios universitarios y provocando un incendio en las áreas interiores de la universidad, acto de salvajismo que llegó a colocar en riesgo la vida tanto de estudiantes como del personal adscrito a la institución. Desde que Dante Rivas llegó al estado Nueva Esparta en funciones de "protector", la violencia se ha desatado por los cuatro puntos cardinales. Las escuelas y liceos han sido desmantelados por los delincuentes, mientras las universidades públicas se encuentran en un estado de postración, siendo la UDO la principal víctima de las políticas del gobierno, llegando incluso a tener una deserción del 40% según informe de las propias autoridades, o sea, que ni siquiera nuestros muchachos están encontrando en el estudio una forma de superación personal y profesional, sino que se suman al éxodo que está multiplicándose por los diversos países de la región.

Exigimos el cese de la violencia y la represión política y militar generada por las autoridades maduristas en contra de la UDO. Si tienen un mínimo de vergüenza devuelvan las legítimas competencias al gobernador del estado en materia de seguridad, y que se comience un auténtico diálogo sobre las justas exigencias de los estudiantes. Lo demás es fascismo.