6 Ago, 2018 | “Están agotando todos los recursos. Ahora se vinieron con el atentado y ahora solo esperan por la invasión”. Así dice Arquímedes Salazar, el analista nacional e internacional que cada semana visito. Terminó de releer La metamorfosis, de Kafka, y Alicia en el país de las maravillas, de Carroll, porque quiere volver a sus clásicos.

-¿Cuáles recursos han agotado?- le pregunto.

-Las guarimbas. Los seis meses que le dio Ramos Allup. El abandono del cargo. Lo de colombiano. Y ahora se vinieron con este atentado que, tenlo por seguro, ninguno de ellos lo va a rechazar, por el contrario, lo van a celebrar, y se van a quedar calladitos, deseando que hubiese pasado algo, porque creen que así volverán al poder. Tienen la capacidad política de un mosquito. Ni siquiera se sientan a pensar que estamos en paz gracias a todo lo que se ha hecho para evitar tragedias comenzadas por ellos, como las guarimbas. En fin, imagino que ahora esperarán que Trump nos invada, porque ese es el último recurso que les queda.

-¿Y ellos no son los mismos que defienden la democracia?

-Eso dicen. Tú los escuchas y son los más demócratas que hemos tenido. Pero basta que no estén en el poder para que veas de lo que son capaces. Queman gente. Disparan sobre escuelas y prescolares. Saquean negocios. Destruyen bienes públicos como autobuses, y escuelas, y universidades, y ahora se vienen con eso, porque saben que no pueden vencer. Son lo que podemos llamar patadas de ahogado. Y lo que más molesta es que hay cómplices que están aquí, que ofenden al país, porque se unen a otros que quieren quedarse con nuestra riqueza, venden al país al primer postor. Los cómplices son muy peligrosos, esos que andan por allí calladitos pero que están dispuestos a todo. Así son, unos miserables.