Director mercado Los Cocos. Domingo Rivero. / Foto:PRENSA GENE

23 Mar, 2019 | Siguiendo instrucciones del gobernador del estado Nueva Esparta, Alfredo Díaz, se está procediendo a la reparación de las cavas de refrigeración del mercado de Los Cocos y se han ordenado los trabajos de limpieza de sus instalaciones, así como de los sistemas de drenaje para maximizar el servicio de atención a los miles de compradores que visitan el lugar.

Así lo dio a conocer Domingo Rivero, presidente del Mercado de Los Cocos ubicado en Porlamar, quien indicó que para el día lunes 25 de este mes se ha preparado un trabajo de limpieza mancomunado entre los trabajadores del mercado y equipos de la Gobernación para llevar a óptimas condiciones este populoso centro de ventas, no solo de pescado sino también de aves, verduras y comida. Aquí está incluido el inicio de la sustitución de las luces internas del local y también está previsto dotar antes de Semana Santa de delantales y gorras a todos sus trabajadores.

Rivero además reveló que se está concretando un acuerdo entre la administración del mercado y Sencamer, que es el Servicio Autónomo Nacional de Normalización, Calidad, Metrología y Reglamentos técnicos, para proceder a la revisión de todos los pesos y medidas que están siendo utilizados especialmente en las afueras del mercado y tener la seguridad de que los mismos están en perfectas condiciones y los pesos son exactos para no cometer abusos ni irregularidades con los compradores, reseña boletín de prensa.

El informante aprovechó la oportunidad para denunciar y hacer un llamado a los cuerpos de seguridad a fin de que intensifiquen su vigilancia en toda la zona de Punda, en vista del alto número de menores que edad que sin representantes merodean constantemente por el sector. Bajo esta premisa solicitó a las autoridades de la Alcaldía de Mariño que hagan cumplir las normas de libre circulación de vehículos y peatones en la calle Meneses con La Marina, en vista de que los vendedores ambulantes se están apoderando de las aceras y obligan a los transeúntes a caminar por la calle, lo que pone en riesgo su seguridad y la de los conductores.