5 Sep, 2019 | Las nubes parecen flotar debajo del horizonte que apenas se divisa entre los colores similares del cielo y el mar. Así se muestra la bahía de Juan Griego y dentro de ella La Galera, cada tanto un alcatraz se lanza al mar y quiebra esa enigmática quietud para que el paisaje pueda mostrarse en su verdadera dimensión. Es una hermosa mañana y un lugar ideal para desarrollar el evento 3K Aguas Abiertas Galera Fort.

El recorrido es de una sola vuelta a un tremendo rectángulo identificado con boyas en sus vértices. El primer lado es un largo hacia la punta de piedras sobre el cual se alza el fortín. En su momento, en el siglo XIX el indio Adrian cruzó la bahía hasta alcanzar el mismo para hacerlo volar y poder tomarlo luego del abandono de los realistas, aquellos españoles que intentaron dominarnos, hoy esas historias quedaron muy atrás y aunque han sido sustituidas por otras, muchas de ellas igualmente negativas, alguno de nosotros vamos creando historias positivas y que escribimos nadando por deporte y por la aventura de nadar nuevos lugares. Encontrarnos en una playa diferente por un nuevo evento para poder nadar en ella es nuestra común alegría y es nuestra manera de expresar amor por esta tierra. Siempre hay alguien que te abraza al terminar la prueba y siempre hay alguien feliz por tu llegada. Y no abandonamos la orilla hasta que el último de nosotros llega para poder caerle en cayapa y ganarnos un lugar en las fotos que más tarde saldrán por las redes.

Pocos participantes, excelente organización, un lugar inmejorable, condiciones perfectas para encontrarle un espacio a este evento dentro del calendario de actividades y competencias de aguas abiertas. Allí todos nos conocemos, niños, jóvenes, adultos y más. Jueces, organizadores y entrenadores. En “y más” están mis grandes amigos, así fue nuestra premiación, master de 49 años y más. No hacen falta las premiaciones, cada uno de nosotros se conoce y sabe de antemano su lugar, pero el llamado al podio de cada uno implica aplausos, bulla, gritos que se repiten una y otra vez en cada evento, cada foto termina siendo una corta obra de teatro y en cada una de ellas más allá de los premios solo queda lo verdaderamente importante: las risas, los abrazos y el amor que nos sentimos. Y se la comen los organizadores del evento cuando llaman a premiación al último en llegar, en este caso la última y todos estallamos en gritos y felicidad como si nos premiaran a cada uno de nosotros. El último no es más que una distancia física en relación al primero, pero la cola y la cabeza son parte del mismo cuerpo y de la misma esencia de este hermoso y loco animal que llamamos Vida.