Nuestra Señora de La Asunción, Patrona de Margarita. / ARCHIVO

15 Ago, 2020 | Circunstancias adversas evitan que este año 2020 los feligreses conmemoren a la Virgen de La Asunción como es costumbre cada 15 de agosto: en su Catedral, en las calles de la Capital bajo la hermandad y profunda fe. Sin embargo, esto no ha sido impedimento para venerar a la también Patrona de la Diócesis de Margarita, asegura el Párroco Darío Salazar.

“Corresponde celebrar esta fiesta de agosto de una manera muy particular debido a la pandemia de la Covid 19, de una manera muy dolorosa para nuestro hermanos. Pero también nosotros en la iglesia experimentamos la misma tristeza porque necesariamente debemos celebrar la misa con muy pocas personas siguiendo orientaciones de las autoridades sanitarias, de la Conferencia Episcopal venezolana, de nuestro Obispo Fernando Castro Aguayo”, detalla Salazar.

El Padre explica que en la Ciudad de La Asunción la santa misa llega a muchos hogares a través de las redes sociales y a la emisora comunitaria Radio Expresión debido a que se transmite en la mañana el Santo Rosario y la Santa Misa. También, en los últimos días se ha celebrado la novena como preparación a este 15 de agosto, Día de la Solemnidad. Por lo tanto, asegura el Padre Darío Salazar, a diferencia de otras parroquias de la Diócesis en la Isla de Margarita en la Capital “se puede celebrar, y celebrar con gozo desde la casa en familia”.

Los neoespartanos y asuntinos celebran en medio de la pandemia a Nuestra Señora de La Asunción. / Cortesía

“Este tiempo de cuarentena nos invita a descubrir a la familia como iglesia doméstica. Cada familia, cada hogar es iglesia”, asegura al tiempo detalla que en la casa se dan las mismas características de la familia nazarena en la que el papá representa a San José, la madre hace presente a la Santísima Virgen María y los hijos todos son uno por el Bautismo y la fe. Asimismo, se muestran los mismos valores: educar en la fe, vivir en el amor, vivir en la caridad, vivir en la oración como símbolo de comunión entre toda la familia y Dios.

Finalmente, el Padre asevera que esta experiencia debe llevar a las familias a preocuparse más para vivir la fe. “Vamos a mirar a nuestra Santísima Virgen María que fue llevada a los cielos, vamos a mirar a Jesuscristo. Es él quien nos de la fortaleza y la gracia, ella es fundamentalmente el modelo para que nosotros acojamos la buena noticia, para que llevemos con nosotros a Cristo Salvador para que podamos como ella proclamar las grandezas de Dios”. Asimismo, indica que es necesario resguardar la salud. “Cumplamos con las medidas de bioseguridad. Eso es lo que nos va a ayudar a que podamos salir de esta vicisitud”.