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El arte de convivir
La sana convivencia se logra poniendo en práctica valores como: tolerancia, solidaridad, responsabilidad, justicia y todos aquellos que hacen de nosotros personas corteses, respetuosas, consideradas y humanas.
Redacción | @elsoldmargarita

Foto: FABY GONZÁLEZ

Convivencia y compartir son dos acciones inseparables. / Foto: FABY GONZÁLEZ

12 Mar, 2016 | La vida en sociedad es una necesidad de todos los seres humanos. Nadie puede vivir sin relacionarse con los demás. De hecho, siempre nos estamos relacionando: con nuestros familiares y seres queridos, con nuestros vecinos, con nuestros compañeros de estudio, con los extraños con que nos cruzamos en la calle, con las autoridades, con el planeta mismo... Casi podríamos decir que la existencia humana es un asunto de convivencia, entendiendo por convivencia la acción de convivir, es decir, de “vivir en compañía de otros, cohabitar”, según la definición del Diccionario de la Lengua Española.

La convivencia en buena armonía con nuestros semejantes se convierte en requisito indispensable para estar en el mundo y habitarlo de una manera gratificante y digna. Y ello sólo se puede lograr poniendo en práctica valores tales como la tolerancia, la solidaridad, la responsabilidad, la justicia y en general todos aquellos que hacen de nosotros personas corteses, respetuosas, consideradas y humanas.

Convivir es compartir

La noción de convivencia es inseparable de la de compartir. En efecto, al convivir lo que hacemos es compartir espacios comunes. La casa, la comunidad o sector donde se vive, el colegio, la calle, el cine, el campo de juego, parques, zonas de recreación, los caminos, son algunos de los múltiples escenarios en que coincidimos con los demás y estamos obligados a guardar determinado comportamiento, por razones de civismo y de seguridad urbana y ambiental.

En tiempos como el nuestro, de vida acelerada, de pérdida de identidad cultural, de grandes injusticias sociales, los buenos modales que son símbolo de la buena y sana convivencia, adquieren un significado nuevo y profundo que va más allá del protocolo.

Las normas de comportamiento son dictadas ahora por un sentido de lo humano que debe rebasar las fronteras de los países y situarse por encima de las diferencias raciales, culturales y económicas, y buscar su inspiración en el amor, la simpatía, la compasión y la solidaridad.

Tomado de El Libro de la Convivencia. Intermedio Editores.




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