Tabárez está en su cuarto Mundial como entrenador. / Foto: CORTESÍA Goal.com

14 Jun, 2018 | La selección de Uruguay se despidió del Mundial de 1990 en Italia tras cruzarse en Octavos de Final con los anfitriones italianos, siendo víctimas de los goles de Salvatore Schillaci y Aldo Serena, junto a los más de 70.000 espectadores que atiborraban el estadio Olímpico de Roma.

Tras ese partido los celestes tuvieron que esperar 12 años para retornar a la Copa Mundial en 2002, repitiendo en 2010, 2014 y 2018. Aquel equipo de 1990 era dirigido por Oscar Washington Tabárez, quien tras 16 años alejado de la selección regresó en 2006 para tomar a un grupo de jóvenes con los que esperaba reverdecer los laureles logrados con Enzo Francescoli, Rubén Sosa, Daniel Fonseca, Carlos "Pato" Aguilera, entre otros integrantes de aquella aventura en Italia.

Al consultarlo durante la Copa América en 2007 sobre su mejor momento en el Mundial de 1990, recordaba que "al escuchar el himno antes del partido contra Italia sentí una gran satisfacción, pero francamente creo que el mejor momento está por venir".

"El Maestro" predijo su futuro en aquella informal conversación que tuvimos. En la cita del Mundial Sudáfrica 2010 quedaron en cuarto lugar y un año después, 2011, conquistaron la Copa América en Argentina.

"Entre el grupo que yo llevé al Mundial Italia 90 y el que manejo ahora hay diferencias amplias. Aquel ya iba solidificado, mientras que ahora estoy tratando de amalgamar a los jóvenes con los más experimentados", apuntó entonces.

Bien supo ir solidificando a Diego Lugano, Álvaro Recoba y Diego Forlán, que habían ido al Mundial Corea-Japón 2002 sin mucha suerte, con otros valores más recientes como Luis Suárez y Edinson Cavani, rubricando tres Mundiales consecutivos (2010, 2014 y 2018) con presencia celeste.

Sobre la primera experiencia hace 20 años recordaba: "entramos como mejores terceros en un grupo duro con España y Bélgica".

El pase lo lograron con un gol del Conejo Fonseca para derrotar por la mínima a Corea del Sur en la última fecha de su grupo en Udine. Comentó: "Cuando vi que el emparejamiento nos tocaba con Italia, pensé que tuvimos mala suerte, porque además de ser una gran selección estaban en su casa". Agregó que "el partido se planteó duro, ellos contaban con un (Roberto) Baggio que te volvía loco y excelentes delanteros. Sé que mi equipo hizo el mejor esfuerzo, pero no se pudo".

El regreso

Consultado sobre su regreso tantos años después afirmó: "cumplí un ciclo en la selección en aquel momento. Experimenté en Europa y América con clubes y tras eso pensé en volver a dirigir a Uruguay. Este grupo es talentoso y puede revivir los mejores momentos del balompié de mi país". Tuvo toda la razón.

El entrenador que inició su carrera en el Bella Vista, para luego tomar las riendas de la selección juvenil charrúa, sabe de procesos y en ese sentido dijo que "los comienzos siempre son complicados, tú me preguntas dónde debo trabajar más en este grupo, pues yo pienso que en eso mismo, en hacer un grupo. Debemos crearnos una identidad y a partir de allí buscar resultados".

Durante el torneo continental disputado en nuestro país en 2007, empezó a lograr resultados al llevar a la Celeste hasta Semifinales. El tope lo alcanzaron en Sudáfrica 2010 al entrar en las Semifinales. En Brasil 2014 llegaron a Octavos de Final cayendo ante Colombia por 2-0.

Tabárez ha sido un dirigente exitoso: fue campeón de la Copa Libertadores en 1987 con Peñarol y ha tenido a su mando a clubes de la importancia del Milan italiano o el Boca Juniors argentino.

"La globalización si bien comienza en la política se ha incorporado a todos los entornos de nuestra vida y el fútbol, claro, no está exento. El tema de los comunitarios y las fronteras libres te complica. Cuando nos preparábamos para Italia 90, la mayor parte de los futbolistas estaban a mi disposición en Uruguay. Ahora dependes de la fecha FIFA para traer a los jugadores de Europa, que además vienen cansados, y eso te complica el trabajo".

Ahora en Rusia 2018 sigue buscando triunfos, porque "el Maestro" no se cansa de enseñar.