5 Jul, 2021 | Las fuerzas sociales y políticas agrupadas alrededor del Frente Amplio Venezuela Libre han propuesto al país y a la comunidad internacional un instrumento para echar las bases de la reconstrucción nacional.
Este Acuerdo de Salvación Nacional presentado por Juan Guaidó cuenta con un componente nacional y otro internacional. Es un esfuerzo fundamentado en la articulación de políticas que tiene como objetivos los grandes desafíos que demanda la población venezolana.
La situación del país ha sido calificada por los expertos como una crisis humanitaria compleja.
La migración de compatriotas buscando mejores condiciones de vida rebasa los 5 millones, solo superada por la crisis siria, donde el autócrata Al Assad, sucesor de su padre, encabeza una tiranía que tiene muchos años martirizando a su pueblo. La crisis alimentaria es notoria, al punto que acaba de llegar el primer cargamento del Programa de Alimentación de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) para socorrer a las familias más vulnerables, y ni hablar del caos en los servicios públicos de salud, agua, electricidad, gas y gasolina que todos tenemos que padecer. Nos agobia una crisis en todos los órdenes como consecuencia de un régimen indolente, inepto y corrupto.
Ante tales circunstancias, se propone este Acuerdo de Salvación Nacional con los objetivos siguientes: 1) La realización de un cronograma de elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales y municipales libres, justas y transparentes con observación y respaldo internacional. 2) La entrada sistemática y organizada de Ayuda Humanitaria y las vacunas aprobadas contra el Covid 19. 3) Liberación de todos los presos políticos, regreso de los exiliados y garantías democráticas para todos los actores y grupos políticos opositores y del chavismo disidente para la reinstitucionalización del país. 4) El levantamiento progresivo de las sanciones de acuerdo al cumplimiento que el régimen vaya dando a los términos del Acuerdo. En esta oportunidad sabemos que las delegaciones se encuentran en territorio europeo y se anunciará cual es la disposición que tiene el régimen de contribuir con este esfuerzo. No confiamos mucho ni en sus palabras ni en sus promesas. Este es acuerdo que depende de los venezolanos que somos los que sufrimos la crisis y los efectos de este régimen antidemocrático.
Saludamos con beneplácito la declaración de la Conferencia Episcopal Venezolana que llama a la refundación de la Nación como medida de salvación de la República.
Sabemos que este tipo de regímenes pretender imponer su voluntad mediante la amenaza, el hostigamiento, las manipulación, la persecución, la cárcel, el exilio y el fusil, pero también sabemos que la mayoría de los venezolanos está consciente sobre quienes recae la responsabilidad directa e inmediata de la grave situación que vivimos.
Queremos que el pueblo decida su futuro en paz. Contamos con el respaldo de los partidos políticos opositores, aquellos cuyos símbolos y colores han sido secuestrados por sentencias del más alto tribunal, hoy tan partidizado y desprestigiado y con la mayoría de los venezolanos.
Ratificamos que no somos abstencionistas. Consideramos al voto como un instrumento de cambio político, pero siempre en condiciones justas y competitivas, democráticas.
Esta minoría encabezada por Maduro y su camarilla deben reflexionar y escuchar a la mayoría de los venezolanos que anhelan un cambio. Seguir colocándose a espaldas para satisfacer intereses parciales y mezquinos hará más gravosa la crisis y mucho más difícil su propia situación.
Esperamos con mucha expectativa los resultados de las negociaciones y seguiremos en la calle acompañando todas las protestas que a diario se producen en el país reencontrando el camino de la unidad en una ruta viable hacia la recuperación de la democracia.