Porlamar
26 de abril de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






CISMA VATICANO
Los ceremonieros del Vaticano tuvieron que elaborar un libreto para el funeral de Benedicto XVI dada su particularidad, la de haberse convertido en 2013 en el primer papa que renunció a su cargo en seis siglos de historia, desde tiempos de Gregorio XII.
José Gregorio Rodríguez Jotaerre577@gmail.com

7 Ene, 2023 | “Una rosa descansa en la Plaza de San Pedro tras el anuncio de la muerte del papa emérito Benedicto XVI en la Ciudad del Vaticano, el 31 de diciembre de 2022”, fue la primera reseña que para la agencia EFE escribió el periodista, Massimo Percossi.

Desde que comenzaron los atípicos actos funerales, por tratarse de las pompas fúnebres de un Papa que había renunciado a su mandato y quien presidiría estos actos sería otro que lo sucedió en el cargo, por primera vez en más de 2 mil años de historia de la iglesia católica, volvió a la opinión pública el recuerdo de una trayectoria marcada por la polémica.

Efectivamente, el largo transitar de Joseph Ratzinger por los caminos del catolicismo, estuvo marcado por su pasado militante en las juventudes Nazis y por la defensa de por lo menos cuatro obispos señalados por estar vinculados con actos de pedofilia, abuso y maltrato de menores, en la iglesia católica de su natal Baviera.

Benedicto XVI tuvo un funeral papal, pero con “adaptaciones”. No pudo ser un funeral de Estado, al no tratarse de un pontífice en ejercicio, aunque contó con delegaciones oficiales de Italia y de su país natal, Alemania.

Los ceremonieros del Vaticano tuvieron que elaborar un libreto para el funeral de Benedicto XVI dada su particularidad, la de haberse convertido en 2013 en el primer papa que renunció a su cargo en seis siglos de historia, desde tiempos de Gregorio XII.

Fue un ritual solemne con algunas “adecuaciones”, ya que su sucesor el papa “reinante”, Francisco, no sólo sigue vivo, sino que presidió el funeral.

Para el periodista Guian Guido Vecchi, del Corriere della Sera, la muerte de Benedicto XVI, podría desencadenar un cisma entre conservadores y progresistas, porque su figura aportaba estabilidad a la iglesia católica.

Por lo pronto, se conoció el testamento que de su puño y letra escribió en el 2006, Benedicto XVI:

“Si en esta hora tardía de mi vida miro hacia atrás, hacia las décadas que he vivido, veo en primer lugar cuántas razones tengo para dar gracias. Ante todo, doy gracias a Dios mismo, dador de todo bien, que me ha dado la vida y me ha guiado en diversos momentos de confusión; siempre me ha levantado cuando empezaba a resbalar y siempre me ha devuelto la luz de su semblante. En retrospectiva, veo y comprendo que incluso los tramos oscuros y agotadores de este camino fueron para mi salvación y que fue en ellos donde Él me guió bien.

Doy las gracias a mis padres, que me dieron la vida en una época difícil y que, a costa de grandes sacrificios, con su amor prepararon para mí un magnífico hogar que, como una luz clara, ilumina todos mis días hasta el día de hoy. La clara fe de mi padre nos enseñó a nosotros los hijos a creer, y como señal siempre se ha mantenido firme en medio de todos mis logros científicos; la profunda devoción y la gran bondad de mi madre son un legado que nunca podré agradecerle lo suficiente. Mi hermana me ha asistido durante décadas desinteresadamente y con afectuoso cuidado; mi hermano, con la claridad de su juicio, su vigorosa resolución y la serenidad de su corazón, me ha allanado siempre el camino; sin su constante precederme y acompañarme, no habría podido encontrar la senda correcta.

De corazón doy gracias a Dios por los muchos amigos, hombres y mujeres, que siempre ha puesto a mi lado; por los colaboradores en todas las etapas de mi camino; por los profesores y alumnos que me ha dado. Con gratitud los encomiendo todos a Su bondad. Y quiero dar gracias al Señor por mi hermosa patria en los Prealpes Bávaros, en la que siempre he visto brillar el esplendor del Creador mismo. Doy las gracias al pueblo de mi patria porque en él he experimentado una y otra vez la belleza de la fe. Rezo para que nuestra tierra siga siendo una tierra de fe y les ruego, queridos compatriotas: no se dejen apartar de la fe. Y, por último, doy gracias a Dios por toda la belleza que he podido experimentar en todas las etapas de mi viaje, pero especialmente en Roma y en Italia, que se ha convertido en mi segunda patria.

A todos aquellos a los que he agraviado de alguna manera, les pido perdón de todo corazón.

Lo que antes dije a mis compatriotas, lo digo ahora a todos los que en la Iglesia han sido confiados a mi servicio: ¡Manténganse firmes en la fe! ¡No se dejen confundir! A menudo parece como si la ciencia —las ciencias naturales, por un lado, y la investigación histórica (especialmente la exégesis de la Sagrada Escritura), por otro— fuera capaz de ofrecer resultados irrefutables en desacuerdo con la fe católica. He vivido las transformaciones de las ciencias naturales desde hace mucho tiempo, y he visto cómo, por el contrario, las aparentes certezas contra la fe se han desvanecido, demostrando no ser ciencia, sino interpretaciones filosóficas que solo parecen ser competencia de la ciencia. Desde hace sesenta años acompaño el camino de la teología, especialmente de las ciencias bíblicas, y con la sucesión de las diferentes generaciones, he visto derrumbarse tesis que parecían inamovibles y resultar meras hipótesis: la generación liberal (Harnack, Jülicher, etc.), la generación existencialista (Bultmann, etc.), la generación marxista. He visto y veo cómo de la confusión de hipótesis ha surgido y vuelve a surgir lo razonable de la fe. Jesucristo es verdaderamente el camino, la verdad y la vida, y la Iglesia, con todas sus insuficiencias, es verdaderamente su cuerpo.

Por último, pido humildemente: recen por mí, para que el Señor, a pesar de todos mis pecados y defectos, me reciba en la morada eterna. A todos los que me han sido confiados, van mis oraciones de todo corazón, día a día”.

No es fácil predecir lo que pasará en la iglesia católica en los tiempos por venir, pero para muchos se avecina otro cisma vaticano.

Amanecerá y veremos




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES