José Salas, maestro de las artes escénicas. / Foto: JOSUÉ STEIN

31 Mar, 2014 | "El teatro, además de brindar esparcimiento, es la expresión de un colectivo, hecha por artistas", afirma el maestro de las artes escénicas José Salas quien afirma enfático: "Traspasar las puertas de este teatro es encontrar el sentido de mi vida en la Isla", con lo cual resume su apego y la dedicación que ha tenido con el Pequeño Teatro de Los Robles, en el municipio Maneiro.

Si algo le preocupa es que a pesar de la labor cultural y formativa que allí se realiza, a esta institución teatral no se le garantice su permanencia en el tiempo. Para ello, en primer lugar, se requiere que el Pequeño Teatro adquiera vida jurídica, y por ende se le asigne un personal mínimo para su funcionamiento.

Desde 1995, primero TNJ y luego como Pequeño Teatro se ha mantenido activo gracias a la Asociación Civil sin fines de lucro que creó Salas, y que depende de un aporte mensual de la Alcaldía de Maneiro de 1.200 bolívares. Se hace todo un esfuerzo para dictar talleres y montar las funciones.

"Es un monto ínfimo y me da pena decirlo, pero uno termina no solamente dirigiendo la obra, sino prendiendo las luces, limpiando el pasillo porque viene la función y hasta comprando lo básico para funcionar. Cuando aún no llega el aporte, lo cubro con mi Seguro Social, porque no tengo sueldo", agrega Salas, quien es Patrimonio Cultural Viviente del estado Nueva Esparta, según declaratoria del Ejecutivo.

La casa que sirve de sede al Nuevo Teatro fue entregada en comodato a la Asociación Civil con la figura de comodato, hasta el 2017. Primero sirvió para el funcionamiento del Teatro Nacional Juvenil, TNJ, cuando la entonces ministra Pilarica Romero impulsó el proyecto. Luego albergó al Pequeño Teatro.

Rodaje particular

José Salas Verde nace el 2 de enero de 1941 en Juan Griego. Cuando tenía apenas un año

José Salas. / Foto: JOSUÉ STEIN

su familia se muda a tierra firme. Su regreso, décadas después, se dio coincidencialmente cuando conoce en el mundo teatral de Caracas a su coterráneo Rodolfo Rodríguez, también hombre de las tablas en la Isla. Salas pertenecía entonces al grupo Rajatabla y era escenógrafo en el Canal 8.

Rodríguez lo entusiasma para que lo apoyara en el montaje de la obra Edipo Rey en el teatro "Simón Bolívar" de Juan Griego y accede. "Yo trabajaba en Caracas y vivía en Charallave. Cuando vine a la Isla me sentí muy bien y luego volví, hasta que tiempo después me radiqué definitivamente, primero en Juan Griego y luego en Pampatar".

En Edipo Rey trabajó con el vestuario y para el montaje se vino con el diseño y hasta con la costurera, "a quien me la arrastré desde Caracas", recuerda. En Telecaribe lo "descubren" y le ofrecen trabajo. Luego vino el proyecto con el Teatro Nacional Juvenil, que estuvo entre 1995 y el 2000 y con el Pequeño Teatro de Los Robles, aún vigente.

El rodaje de la vida de Salas ha estado siempre vinculado con las artes escénicas. En lo personal confiesa que alrededor del teatro gira toda su existencia.

"Cuando no estoy en esto, me hace falta el estudio de un texto, la dirección de una obra, el compartir con los nuevos talentos de actores y actrices en su aprendizaje. Por aquí se han formado muchos y los hijos de quienes han pasado por aquí también son mis nietos".

Se remonta a la década de los 90 cuando los proyectos teatrales que impulsó tomaron auge.

"Fundamos en la parte de atrás un escenario y el teatro como tal".

-¿Cómo "blindar" para que haya garantía de que siempre sea destinada esa sede al teatro?

"Ese tipo de decisiones escapan de mí. Solo lo sugiero, porque hay que recordar que la fundación de un teatro en cualquier parte del mundo es todo un acontecimiento. A este teatro hay que darle una definición exacta; ni tiene placa... tenemos que darle vida jurídica y el Estado proporcionarle el personal, al menos con una secretaria".

-¿Cómo observa el desarrollo cultural en la Isla?

"Se han hecho grandes esfuerzos. El área teatral, por ejemplo, ha crecido porque cuando yo regresé en 1992 éramos menos".

Destaca la labor de Rodolfo Rodríguez, con la Compañía Regional y el Centro Internacional en el teatro Simón Bolívar de Juan Griego y el impulso de la Fundación Sobretablas de Luis Eduardo Acosta, con el teatro Santa Lucía de La Asunción, el Pequeño Teatro Andante de la UDO, bajo la dirección de Judith Alvarado, y el Nuevo Elenco de Mauro Rojas. Más reciente es loable el trabajo de Alexander Rodríguez, también en Marcano.

La meta ahora es que siempre haya temporada y que la cultura teatral entre el público se fortalezca.