Mario Fermín. / Foto: ARCHIVO

8 Feb, 2015 | Mario Fermín compara la Margarita de su infancia, tan tranquila y afable, con la cambiante Isla actual donde la mayor zozobra se genera por el tema de la inseguridad, a lo cual sin dudas hay que ponerle freno. Eso resta a la calidad de vida que hasta ahora ha reinado en el contexto insular. En lo restante considera que los margariteños tratan de conservar su idiosincrasia, el trato cordial y el humor entre el compartir de la margariteñidad.

-Es el galerón, la jota, la malagueña, los velorios de Cruz, el ají y tomate margariteños, una mezcla de lo bello de nuestra Margarita. La única manera de conservar esta esencia es con la generación de relevo, y eso se está perdiendo. Es otra visión y debemos transmitirles a nuestros hijos y nietos esas enseñanzas y más valores –afirma reflexivo y con cierta nostalgia.

Umbral del cambio

Una dieta sana a base de frutas, vegetales, pescado fresco (carite, sierra o palometa, entre sus preferidos), carnes blancas y esporádico disfrute de un chivo guisado, además de un espíritu tranquilo para tomar las cosas que pasan con calma y sin apuros, quizás sean los ingredientes para que este empresario haya arribado a los 80 años sin mayores contratiempos.

Algunos especialistas sostienen que la "cuarta edad" es también el "umbral del cambio", a lo cual se suma mayor madurez; una etapa donde ya nada sorprende, por lo vivido y recorrido.

-¿Pesan mucho los 80...?

-Lamentablemente la edad es irreversible. Avanza el envejecimiento, pero gracias a Dios me siento bien. Ojalá podamos vivir otros años más –dice, y sonríe Fermín, quien producto de dos matrimonios suma en total seis hijos.

Con ese hablar súper pausado y de bajo timbre que también le caracteriza, Fermín descorre en su memoria esa Margarita natal que es parte de sus querencias. Aun cuando como ocurrió a otros margariteños emigró joven al Zulia para trabajar en las petroleras (Creole) y luego hacia el centro del país con la meta de cursar estudios universitarios, al final regresó a la Isla para su establecimiento hasta la actualidad. Desde hace 30 años se residenció en La Asunción, hoy su segunda casa.

En lo comercial sonríe al recordar cómo fue su primer negocio. Resulta que regresando un día de Maracay y a su paso por Caracas, como se acercaba la celebración del Día de las Madres, decidió traer unas flores desde la capital, las cuales desde que pisó tierra margariteña causaron total revuelo y una verdadera "rebatiña". Fue entonces cuando "se le prendió el bombillo" y decidió volver en fecha cercana al Día de los Difuntos para luego vender en Margarita esa variedad.

Dio forma a la idea hasta fundar el primero de noviembre de 1966 la Floristería Santa Rita en la calle La Marina de Porlamar, donde aún funciona, bajo la gerencia de sus hijas. Después creó Fermar, para equipos de oficina y más contemporánea la compañía Digitales Fermín, Diferca, que todavía regenta en la calle Fajardo de la ciudad marinera.

Salvación de la economía

Asegura que Margarita, a pesar de los altibajos que ha vivido, siempre da para los negocios. Desde su perspectiva lo más preocupante, por el tema de las divisas, es la estabilidad del Puerto Libre como régimen aduanero especial.

-Veo su situación difícil y de continuar así eso contribuirá a disminuir la actividad económica. Paralelo a lo comercial pienso que la "salvación" es el turismo, siempre y cuando a Margarita se le mejore la infraestructura, haya seguridad jurídica y mejoren servicios para que vengan las inversiones. Es la única manera de reorientar la economía, agrega Fermín, quien como dirigente gremial entre 1973 al 75, y del 84 al 86 ocupó la presidencia de la Cámara de Comerciantes e Industriales de Margarita. Esta institución tuvo sede en su primer período en la calle Marcano de Porlamar, y luego en la avenida Raúl Leoni, vía al hotel Concorde. Una etapa donde la lucha gremial tenía mayor eco.

Datos del entrevistado…

*** El conocido comerciante Mario Fermín nace en San Juan Bautista el 19 de enero de 1935, hijo de Celsa Fermín y Rosauro Velásquez, dedicados a oficios del hogar y agricultura, respectivamente. Su crianza hasta la adolescencia transcurrió muy tranquila en el sector Los Fermines del frondoso y fértil valle de San Juan, antes de tomar rumbo hacia tierra firme en una época donde Margarita deparaba muy pocas oportunidades de empleo.

*** El Diccionario Margariteño, Biográfico, Geográfico e Histórico de Rosauro Rosa Acosta identifica Los Fermines como un caserío del municipio Díaz (anteriormente municipio Lárez del distrito Díaz). La Ley de 1916 le dio el nombre de Caserío Fermín. Para 1873 era vecindario del distrito San Juan Bautista, departamento del mismo nombre, con población de 229 habitantes. El censo de 1981 incluyó este sector en el área urbana de San Juan Bautista, capital del municipio Díaz.

*** En el Zulia, hasta donde viajó siendo aún un adolescente para trabajar en la Creole, donde fue ascendido y consiguió el permiso para terminar su bachillerato en el liceo Francisco Antonio Rísquez de La Asunción hasta graduarse de bachiller. En Maracay, estado Aragua, hizo siete semestres de Agronomía en la extensión UCV. Hubo un problema político donde se vio involucrado, aun cuando no tenía responsabilidad alguna, y eso lo hizo regresarse de nuevo a la isla de Margarita.