24 Mar, 2015 | Considero una obligación moral, más allá de los nombres que resulten de las primarias o de los acuerdos en las listas al Parlamento de los candidatos de la Mesa de la Unidad, que se nos hagan planteamientos concretos sobre las soluciones que tendrán como bandera en su gestión legislativa y por las que lucharán desde sus puestos en Caracas.

Los electores racionales no queremos políticos de sillón criticando la situación del país porque a esos ya los conocemos todos, desde los más encumbrados hasta los más pobres. El país no está para darle cabida solo a los críticos de oficio. Se necesitan soluciones concretas y queremos oírlas en la campaña para entender si esos candidatos están preparados para este momento difícil de la economía venezolana.

El respetado Manuel Antonio Narváez, en su rol de coordinador de la MUD en la región insular, debe exigir a los candidatos que nos expliquen al electorado neoespartano cuáles formulas o soluciones tienen para la isla de Margarita, cómo van a presionar al Poder Ejecutivo para que no tengamos centros comerciales vacíos o a medio construir en un Puerto Libre moribundo y cómo vamos a impulsar un turismo en donde escasean los aviones.

Queremos escuchar cómo piensan influir en las políticas de Promoción de Mintur para que regrese el turismo internacional en momentos en que no existen conexiones y la inseguridad todavía embate contra los visitantes. La lucha electoral será en el campo económico, ya que el mismo gobierno se prepara desde hace meses con una llamada "guerra económica".

Si la campaña estará plagada de caminatas, parrandas, tarimas engalanadas de banderas sin un discurso de fondo que nos haga reflexionar como votantes, habremos perdido la oportunidad de tener en el Poder Legislativo, independiente de su partido político, a personas realmente capaces de aportar soluciones a los graves problemas de Venezuela. Y por cierto: lo mismo vale para los candidatos del PSUV.