20 Ene, 2017 | Buenas noticias para arrancar el año, además que el buen cine está activo con excelentes obras del séptimo arte, y es que Andrés Salazar, el Yekho de Tacarigua, estará con nosotros a través de su arte; ese arte lleno de colores y trazos, de inventiva, de raíces profundas, de encuentros con los ritos de nuestros pueblos originarios; ese arte que hizo en silencio, entre las paredes altas, en algún rincón de su casa-taller, por largos años y que todavía nos asombra por su fuerza. El arte del ritual, de los símbolos, de pedazos de la memoria que se quedaron en sus manos para hacerlas vivas a partir de su pintura.

Yekho en su Tacarigua, metido en las enseñanzas de Pablito Millán, en los relatos de Cheguaco, en las esquinas con los Malaver. En las noches de los chinamos y los chinamitos, en los encuentros con La Llorona o La Colmillona.

Tantas conversas con Yekho, tantas veces vernos en su obra, en esas imágenes cercanas, que eran Yekho desplazando la blancura de la tela. Tantas veces su comentario irónico, su manera tan tranquila de despertar la censura de los defensores de las reglas de la buena conducta.

En alguna oportunidad Yekho también se hizo fotógrafo, trabajó la fotografía con la habilidad no sólo de manejar la cámara sino de lograr con el lente imágenes que dijesen algo, que se quedaran para la memoria, que registraran algo importante. En su trabajo como fotógrafo del Comité de Desarrollo Cultural de Tacarigua recogió momentos especiales de la vida cultural de su pueblo, retratos de personajes importantes, gestos y sonrisas de Cheguaco y su inolvidable sombrero. Con la fotografía y la pintura alcanzó la fuerza del collage.

Yekho metió su arte en catálogos, revistas, portadas de libros, paredes, suplementos literarios. De allí su diversidad, su abrazo de amigo, su condición de promotor de la actividad cultural.

Me voy a permitir citar a la poeta y amiga Mirimarit Paradas para referirnos a Yekho: “Yekho, hombre de búsquedas, de sueños, capaz de levantarse a pesar de los obstáculos que se le presenten. De ese hombre de aspecto humilde, pero de un corazón inmenso para darlo en trabajo y bienestar de su tierra y su pueblo. Inquieto duendecillo que escudriña hasta encontrar la respuesta exacta y el concepto en el trabajo que se plantea. Un hombre como todos con sus aciertos y virtudes... Pero marcado con el estigma de muy pocos, envuelto en el oráculo y la atmósfera de un verdadero artista”.

Este domingo 22 de enero, a las 10:00 AM, en el Museo de Arte Contemporáneo, será la inauguración de una muestra de la obra de Yekho Salazar, que lleva por nombre “Yekho, hombre de canto silencioso”.

La convocatoria es para todos. Sintámonos acompañados por la presencia de Andrés Yekho Salazar. Disfrutemos de sus silencios e ironías, de su desacato ante las normas impuestas. Es Yekho en vivo.