22 Feb, 2017 | Seguimos en el campo minado de las llamadas redes sociales, atentatorias de todo lo bueno que se puede derivar de una relación propiamente social. De tal manera es el trabajo que hacen estas redes, que pueden modificar las conductas y las tendencias presentes en determinadas circunstancias.

El fenómeno Trump, que sorprendió a todos, parece haberse convertido en un modelo aplicable bajo la conducción de especialistas en esas alteraciones, modificaciones y direcciones. La oposición basa su trabajo político en esas trampas armadas para incautos, mentes ingenuas y negligentes, no pensantes, superficiales, de allí que son las primeras víctimas de esas telarañas comunicacionales convertidas en un poder dominante, abarcador, destructivo, absorbente, impío, tétrico y terrorista.

Eso está comprobado en el protagonismo que ha tenido en el mundo, donde han programado episodios de ingenio perverso, sin detenerse ante nada, sean cuales fueren los hechos derivados de sus acciones. Están frescos los acontecimientos de la historia reciente en cuanto a los recursos de los cuales se valieron para destruir a Irak, Libia, Afganistán, entre otros pueblos. Con la complicidad de los países europeos, el imperio se dio a la tarea de utilizar informaciones falsas, montajes fotográficos y otras mentiras para cometer todo tipo de injusticias.

Así sucede con Venezuela, cuya última muestra está en las acusaciones contra el vicepresidente Tarek El Aissami, quien apresó y entregó a mas de 100 capos de la droga cuando fue ministro del Interior y precisamente son esos mismos capos los “testigos estrellas” que lo acusan hoy. El mundo al revés de Galeano.

Definitivamente, no se detienen ante la irracionalidad, piensan que hay muchos incautos e indiferentes que les creen todo, es un capital humano para ellos, de allí que todavía tienen seguidores. La pelea es peleando, hay que insistir con la misma fuerza con que ellos atacan, porque puede ser que algunos se despierten del letargo y se conviertan en un efecto multiplicador. Esperamos que la luz venza a las tinieblas.