Víctor Pérez, hijo del ingeniero que ofrendó la reliquia, pide investigar su desaparición. / Foto: HAZEL GUÉDEZ

25 Feb, 2017 | La “misteriosa desaparición” de la réplica del puente María Nieves sobre el río Apure, que se encontraba en el Salón de los Milagros del Museo Diocesano de la Virgen del Valle, obligó a los familiares del devoto que obsequió la reliquia a solicitar a las autoridades eclesiásticas de la Diócesis que pidan una investigación minuciosa para localizarla.

Víctor Pérez, hijo del ingeniero insular Manuel Pérez Marcano, constructor del puente María Nieves sobre el río Apure, informó que se percataron de la ausencia de esta pieza la semana pasada cuando una hermana suya que vive cerca del Museo Diocesano, llevó a sus hijas gemelas para que conocieran la ofrenda de su abuelo a la Patrona de Oriente.

Responsabilizó directamente de la desaparición de la reliquia a un abogado empleado de la Procuraduría General de Nueva Esparta, pero que está en comisión de servicios en la Curia Diocesana, a la orden del obispo, monseñor Fernando Castro Aguayo, y del Vicario de la Diócesis.

Explicó que por tratarse de un abogado muy religioso, fue enviado a la Curia para que sirviera de enlace entre la Iglesia y el Ejecutivo regional.

“Parece que se le metió el diablo y sacó el puente sin consentimiento del Obispo ni del Vicario, con el argumento que lo iba a resguardar en la bóveda de la Curia, y ahora está desaparecida. Tememos que fue fundida y haya tenido otro fin”, acotó Pérez.

Dijo que al ser interrogado por las autoridades eclesiásticas, reveló que la sacó del museo y la colocó en el maletero de su vehículo para luego ir a realizar algunas diligencias en Porlamar, pero cuando regresó, el objeto ya no estaba.

De vieja data

El párroco de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Valle, presbítero Luis Eloy Serrano, confirmó que se trata de una réplica del puente María Nieves sobre el río Apure, donada en 1963 por el empresario Manuel Pérez Marcano, ejecutor del proyecto durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.

Apuntó que el ofrendante llevó la pieza diseñada en oro de 18 quilates con un peso aproximado a los tres kilogramos, luego que lograra que el gobierno que sucedió a la dictadura de Pérez Jiménez le pagara la obra que había ejecutado.