19 Mar, 2017 | Para muchos de nosotros que verdaderamente creemos en la Revolución y que seguimos con la llama prendida de la Izquierda, esa que busca un mundo justo, solidario y fraternal, esa donde los errores son pagados por sus culpables, donde no existen los funcionarios ineficientes, los desfalcadores ni los de discursos hipócritas, en donde no existen colas, esas que son “sabrosas” solo para aquellos quienes nunca las hacen.

Pues, sin duda alguna para nosotros, los que siempre vamos a ser contrarios a las formas de gobierno donde se enquista la corrupción, el reacomodo de las sillas dentro de la militancia del partido, o la designación a dedo de funcionarios incapaces en puestos ministeriales y gerenciales de las instituciones estatales, y que somos contrarios al ecocidio, como el que se pretende hacer en nuestro cerro Matasiete o a la incapacidad gerencial que ha profundizado el deterioro en nuestro servicios básicos; pues en definitiva seremos los que siempre refutaremos todo aquello que atente contra el bienestar, la justicia social, la calidad de vida del pueblo neoespartano, porque sin duda alguna es nuestra verdadera esencia, es la del Revolucionario como un ser crítico, abierto a la dialéctica y en continuo aprendizaje, aquel con moral, ética y valores.

Es por ello que seguiremos siendo los que verdaderamente aportemos para tratar de transformar el entorno y mantener vivo un sueño que nos unió desde hace más de 17 años, y aunque algunos no han comprendido su responsabilidad política e histórica y dan paso abiertamente al sistema capital, ese que nos sigue destruyendo, separando y condenando a seguir siendo mano de obra calificada y llenando los bolsillos del burgués y la nueva tendencia boliburguesa, nosotros los revolucionarios seguiremos luchando por un sistema socialista.

Y quizás esta lucha sea, porque aun soñamos en aquel momento en que todas las instituciones públicas del Estado sean eficientes y repletas de verdaderos servidores públicos, en la cual, por tomar un ejemplo sencillo, la salud pública, el ciudadano usuario es tratado con el respeto que se merece, el mismo ciudadano puede tener todos los insumos necesarios para su emergencia y puede contar con una mano amiga en esos momentos de desespero y desesperanza. Pues nosotros estamos convencidos que esto posible y no un sueño inalcanzable.