7 Nov, 2017 | Desde Chávez, se ha insistido en que Venezuela tiene el mejor sistema electoral del mundo y, como prueba, se muestra su desarrollo informático supuestamente inexpugnable. Pero un sistema electoral es muchísimo más que eso. He aquí puntualizadas sus graves insuficiencias y depravaciones.

• Es de carácter mayoritario, violando la proporcionalidad electoral exigida por la Constitución, por lo que margina a amplios sectores poblacionales quienes quedan sin
representación en los cuerpos deliberantes.

• No tiene prevista una segunda vuelta electoral para elegir los cargos ejecutivos con mayoría absoluta, por lo que el Presidente de la República podría ser electo legalmente
aunque obtenga un voto.

• No tiene quórum de votantes para considerarse válidamente instalado, por lo que cualquier elección es válida así vote una sola persona.

• No permite el voto en blanco del elector, como expresión de su voluntad de no escoger a ninguno de los candidatos presentados.

• No le otorga financiamiento a quienes participan, lo que privatiza el proceso y promueve el uso indebido de los fondos públicos y de dinero del extranjero, por la otra.

• No es un sistema electoral alternativo como lo ordena la Constitución, pues permite la reelección permanente que impide el relevo natural del liderazgo y eterniza a los gobernantes.

• No es un Poder independiente pues la selección de sus autoridades no se efectúa por elección directa, universal y secreta, sino de segundo grado, facilitando la componenda
partidista en su integración.

• No dispone de financiamiento propio, separado claramente del de los otros poderes y administrado en forma totalmente autónoma.

• No garantiza un uso plural y equitativo de los medios oficiales y privados de comunicación por parte de los partidos y grupos participantes en los procesos electorales.

• Siendo las elecciones un proceso netamente ciudadano, mantiene a la FAN como custodio de las elecciones y sus materiales y documentos.

• Permite que los integrantes de su organismo rector tengan vencidos sus períodos sin el relevo constitucional obligatorio.

• Viola la autonomía universitaria y con ello la Constitución al pretender controlar las elecciones de cogobierno de estas instituciones.

• Violenta las libertades e independencia sindicales y gremiales, al controlar partidistamente las elecciones que les son propias.

• Instala y cierra mesas electorales sin que estén presentes los testigos de los grupos no gubernamentales participantes.

• Permite que su órgano rector viole las leyes y la Constitución y actúe parcializadamente difiriendo procesos electorales, no acatando lapsos establecidos legalmente, no tomando
decisiones obligatorias oportunas, no ejerciendo las acciones de orden público ni legales en defensa de los electores y recibiendo órdenes del Ejecutivo Nacional.