16 Ene, 2018 | Una guerra soterrada se viene librando en el madurismo neoespartano. La lucha escapa al ojo del ignaro en política, pero poco a poco viene apareciendo en los medios y en las formas de comunicación nacidas al abrigo de internet y de las redes sociales. Dos bandos se perfilan en la lucha, no solo aspirando al control del partido rojo, sino también soñando con una futura reconquista de la gobernación insular, luego de la derrota que les propinara Alfredo Díaz.

Por un lado se encuentra Carlos Mata Figueroa, con sus grandes contactos y amistades en el Ejecutivo de Maduro, que le valieron el cargo de "protector", que aunque destinado a los perdedores rojos de elecciones, viene acompañado de buenos recursos para ser administrados al individual albedrío. Con esa designación en Nueva Esparta, Mata actúa como si todavía fuera gobernador, declarando y dando órdenes en su partido. Algunos dicen que no se ha ido de Margarita solo por el afán de la revancha ante Alfredito.

En la otra acera está Marisel Velásquez, eterna alcaldesa de Díaz, quien en más de una ocasión ha hecho saber su apetencia por la silla margariteña. En su contra han conspirado las imposiciones centralistas, quedando relegada a su feudo sanjuanero. Sin embargo, en la actualidad, considera que su momento ha llegado, y desde ya lucha por labrarse el perfil de candidata natural del PSUV para las elecciones de gobernador, sean cuando sean. Cuenta con aliados en los municipios, y en este comienzo de año compite con Mata por ver quién sale más en los medios. Así está la lucha por el poder entre los rojos, que seguramente se acentuará con los meses.