Las plantas JBA Y LCA generan el 60% de la energía que se consume en el estado Nueva Esparta. / Archivo

15 Mar, 2019 | El estado Nueva Esparta no dejó de verse afectado por el apagón que se registró desde el pasado jueves 22 de marzo en el territorio nacional. Aunque las interrupciones del servicio fueron mucho menores que en el resto del país, sus efectos llegaron a la entidad como los inconvenientes con el pago de los servicios, fallas en la telefonía celular y puntos de venta, entre otros.

El integrante de la Comisión Eléctrica del Centro de Ingenieros del estado Nueva Esparta, Eustacio Aguilera manifestó que en Margarita la capacidad instalada en plantas termoeléctricas supera los 400 MW y la demanda actual es de 320 MW, entonces ¿por qué se va la luz cuando sale de servicio el cable submarino?, la respuesta es sencilla para el especialista: las plantas Luisa Cáceres de Arismendi y Juan Bautista Arismendi están sumamente deterioradas y no se les da el mantenimiento adecuado.

Expuso el caso de la Isla de Coche la cual no sufrió de los apagones esta vez debido a que cuentan con plantas a diesel que permiten el suministro eléctrico al municipio Villalba.

Aguilera dijo que en estos momentos las plantas termoeléctricas LCA y JBA generan 170 MW, muy por debajo de su capacidad total, debido al deterioro que sufren y advirtió que estas no deben ser sobrecargadas.

Lamentó que con tanto dinero que ingresó al país con la bonanza petrolera no se hicieran las inversiones oportunas en el sector eléctrico, por lo que ahora el sistema es débil y tampoco hay personal capacitado en Corpoelec pues muchos se han marchado del país.

Recordó que las plantas de generación distribuidas como las instaladas en el Canódromo o en Boca de Río, entre todas generan 110 MW, pero fueron una mala inversión pues no fueron diseñadas para trabajo continuo y en la actualidad están desmanteladas y obsoletas.

El especialista recomendó que para la Isla se adquieran nuevas unidades generadoras de energía, y aprovechar que la demanda eléctrica en Nueva Esparta está deprimida por el cierre de empresas y casas vacías, porque la demanda real de la Isla supera los 500 MW.

A su juicio la privatización total de la industria eléctrica no es la solución y sería un error porque el servicio eléctrico es público, pero si considera que debería aplicarse el modelo de empresa mixta.

COMPLICADO
El presidente de la Cámara de Comercio, Puerto Libre y Producción Teodoro Bellorín Quijada considera que la interrupción eléctrica en Nueva Esparta causó un impacto alto en la actividad comercial y en la vida de los neoespartanos.

Explicó que el comercio mermó durante estos días en la isla y los cortes influyeron negativamente en las cadenas de frío y en las transacciones electrónicas.
Bellorín admitió que, aunque suene incómodo, el apagón no tuvo el mismo carácter en Nueva Esparta que en el resto del país, pero dijo que causó inconvenientes, y es que aun cuando tenían una duración de cuatro horas no fueron notificados.

A pesar de esto dijo que en la región insular sigue latente la amenaza de las interrupciones debido a que el parque eléctrico requiere mantenimiento y renovación. Asimismo, señaló que una posible solución de esto es la privatización del sistema y recordó que en el año 1998 cuando fue privatizada como Seneca se hicieron inversiones que se mantienen a la fecha.

Bellorín dijo que la zozobra en la entidad se intensificó por la falta de información y dijo que acá no se han dado saqueos a negocios, pero si robo de comercios.
Muchos de esos delitos fueron por causa de la falta de energía que mantenía inoperantes las alarmas o cercos eléctricos, pero no se han dado casos de tumultos de gente queriendo atacar locales.

El gremialista pidió a los cuerpos de seguridad del estado intensificar los patrullajes pues los robos se han incrementado.