3 Dic, 2019 | El “currículo oculto” hace referencia con la estructura escolar, que suscita e inmortaliza doctrinas o mitos. El pensar colectivo de esta idea promueve que ir a la escuela es una condición necesaria para el progreso individual y social, y por esta razón, es el docente el encargado de llevar a cabo la formación del niño o niña en todos los planos de su vida, instruido por un ente superior. En este caso es el gobierno quien se encarga de transformar el currículo oculto en uno visible y de esta manera la escuela obtenga mayor poder en cuanto a la formación del ciudadano que necesitan para legitimar sus leyes y acciones.

Sin embargo ante la luz pública se cree, y es lo que se ha establecido como cierto, que es la escolarización lo único que puede hacer del ciudadano una persona apta para la vida y la sociedad, y que es el docente el responsable en todo momento de su formación. Pero, como dice Savater (1997): “Cualquiera diría por lo tanto que los encargados de esa primera enseñanza de tan radical importancia son los profesionales a cuya preparación se dedica más celo institucional, los mejor remunerados y aquellos que merecen la máxima audiencia en los medios de comunicación” (p.3).

Igualmente al reconocer este autor tal realidad en el contexto educativo, dejando en evidencia que son los maestros y educadores los profesionales peores pagados y no tomados en cuenta como profesionales, e incluso los cataloga como “fracasados”, expresando que son motivo de burla en naciones como España al momento de hablar del tema económico, también sería necesario preguntar si ese currículo “visible” del que se habla tiene utilidad social y quién lo aplica en el ámbito del conocimiento.

De hecho, Zemelman (2007) pregunta e infiere: “¿Qué es lo que pasa? el currículo lleva vía asesor pedagógico al director y del director al maestro, porque vivimos en un mundo de rituales sin contenido, de este modo la función del maestro y su relación con el alumno se va despersonalizando. En este espacio, sitúo el problema del pensamiento. Por eso lo que se puede decir sobre el pensamiento es enormemente relevante, no en sí mismo, sino por lo que significa en términos de lo que se quiere señalar ahora” (p.22).

Dicho de otro modo el pensamiento y la acción del director de escuelas primarias debe asumir que es fundamental involucrar a los docentes a su cargo en las diferentes actividades propuestas para su formación y que estos conciban el porqué de la ejecución de cada labor, actividad o tarea. Sin embargo, en la actualidad, los docentes en ejercicio carecen de libertad para el desarrollo de proyectos, sometiéndolos a la aplicación del mismo en fragmentación por áreas, convirtiéndolo en un constante repetir de componentes y contenidos.

En la actualidad la educación venezolana define con muchas palabras “hermosas” su finalidad en el Currículo Nacional Bolivariano (CNB), pero, se observa claramente, que continua beneficiando a la clase dominante, a la clase pudiente, la que tiene la capacidad de costear la educación en planteles privados, que aunque se basa en los mismos preceptos y herramientas, justifica con trabajo y supervisión el cumplimiento de los componentes y contenidos en su totalidad exigidos por el ministerio de Educación, pero jamás aplicable en los planteles oficiales

Es relevante hacer mención del docente directivo como sujeto que incide sobre la sociedad, su práctica y función las cuales deben estar estrechamente relacionadas con las necesidades de las personas que hacen vida en su institución, y lo que éstas tienen en su vida diaria. La crisis mundial que se vive recientemente y la gravedad de la situación de Venezuela, produce efectos negativos en el gremio docente, lo que los vuelve resistentes, en muchas ocasiones hacia las transformaciones educativas, y por ende esto repercute en la reproducción del orden social, económico y cultural de sus estudiantes.

Por lo pronto, el currículo oculto sigue generando efectos negativos en la educación venezolana, porque simplemente es inaplicable en todos sus órdenes pedagógicos de las escuelas y liceos con dependencia del Estado.