La maestra Sylvia Constantinidis figura entre los participantes en este proyecto. / CORTESÍA

23 Jun, 2020 | La problemática del Coronavirus ha llevado a numerosos artistas en todo el mundo a reinventarse, buscando los espacios en el espectro digital, ya que las salas de conciertos, museos y galerías de arte deben permanecer cerradas. Bajo esta premisa el venezolano Lorenzo Velázquez, radicado actualmente en Argentina ideó una exposición virtual que combina la música con las artes plásticas: “Memorial Covid 19 / creation in pandemic time”. Participan más de 22 artistas, incluyendo siete venezolanos, junto a representantes de Alemania, Argentina, Australia, España, EEUU, Francia e Italia.

Art Memorial Covid 19 / creation in pandemic time es una especie de proyecto curatorial que irá creciendo y esta es su primera versión. El público puede disfrutar de instalaciones multimedia, obras musicales, esculturas, pinturas y mucho más, de la mano de artistas de distintas disciplinas pero en su mayoría venezolanos, destacando la presencia de la maestra Sylvia Constantinidis (de Margarita, Nueva Esparta) con sus Klingerfarbengraphs de la serie PICTO, inspirada en petroglifos venezolanos. La exposición se puede disfrutar en la siguiente página: https://tonylorenzove.wixsite.com/artmemorialcovid19

“Al artista, como bien lo dice el maestro Julio Pacheco Rivas, no le es ajeno el aislamiento, pero obviamente, el que fuese forzoso le dio otros matices. Algunos artistas, hurgaban en la soledad de sus entornos, lo que había afuera. Era como si la quietud usual del artista también estaba más allá de su estudio. Se conjugaban el espacio interior y el exterior armónicamente. Fue muy interesante palpar expresiones intimistas o de fuerza y vibración, a modo de sentar una presencia y hasta una supervivencia. Entre lo académico y lo abstracto, entre lo público y lo íntimo, se entretejió una red. Es importante dejar testimonio del poder del arte ante los duros tiempos que estamos viviendo”, explicó Lorenzo Velázquez sobre el origen de esta muestra virtual.

La pianista, compositora y directora de orquestas margariteña Sylvia Constantinidis, además de ser gran colaboradora con las ideas que dieron vida a la curaduría, se hace presente con cuatro obras de su nueva serie audiovisual llamada PICTO, un Klingerfarbengraphs que según su creadora “son instalaciones sonoras que incluyen una pintura y sus mutaciones como material sonoro y digital. El elemento sonoro es una composición musical creada con parches de sonido generados a partir de la espectralización, el uso de algoritmos y la manipulación de los materiales obtenidos de una pintura original, en este caso los petroglifos venezolanos”.

La nacida en el estado Nueva Esparta considera que el tiempo de la pandemia “ha sido un período de re conexión y reflexión. He dedicado este período de soledad y aislamiento a organizar ideas y desarrollar nuevos proyectos creativos. La naturaleza requiere cuatro estaciones. El otoño es una preparación para nuevas plantaciones. Y el invierno es un período de recolección y recuperación de fuerzas antes de la llegada de la primavera. Del mismo modo, el planeta nos ha llevado a un período similar. Es un invierno austero que nos guía a concentrarnos, calmarnos, meditar y reajustar nuestra escala de valores. Para mí, este ha sido un invierno de retro inspección y enriquecimiento espiritual y el generador de muchas nuevas ideas creativas”.

Entre los artistas participantes se encuentran : Ana Corral Kelly (Australia), Marcela Ciribe (Argentina), Vladimir Kurt (Argentina), Lao Gabrielli (Argentina), Alberto Leoni (Italia), Daniel Levis Pelusi (Italia), William Pineda (Colombia), Ángel Muriel (España), Marcelo Planes (España), Stephen Linhart (EEUU) y por Venezuela Sylvia Constantinidis, Cecilia Pérez-Castrillo, Randjel Spasic, Cristobal Ochoa, Julio Pacheco, Olga López, Alejandro Gómez, y Anna Teresa Spagnuolo.

En cuanto a la participación de Sylvia Constantinidis, Velázquez expresó: “al igual que todos los artistas seleccionados, ella posee una energía inmensa. Fue una gran motivadora para que pudiera sacar este proyecto curatorial. Sylvia y yo fuimos condiscípulos en la secundaria. Conocía mayormente su trabajo como musicóloga, docente y músico. Me sorprendió gratamente conocer la manera como deriva sonidos ancestrales y envolventes a partir de su trabajo como artista plástico, usando técnicas de análisis científico como la espectrografía, derivando en sonoridades de gran vibración, armonía y belleza”.