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El Agua de Mar en el tratamiento de la obesidad y la diabetes
Factores genéticos y moleculares, junto con circunstancias coadyuvantes y desencadenantes ambientales y conductuales, intervienen en su patogenia y condicionan su tratamiento de forma decisiva.
Dra. María Luisa Di Bernardo Navas | marydi32@gmail.com

12 Sep, 2016 | Más allá de una cuestión estética, la obesidad supone un problema de salud, al ser el origen de multitud de enfermedades. De hecho, la medicina la considera como una enfermedad crónica cuya incidencia, según los datos de la Organización Mundial de la Salud, está aumentando en todo el mundo y seguirá haciéndolo en los próximos años.

La Obesidad, síndrome metabólico y diabetes mellitus tipo 2 son tres enfermedades interrelacionadas que comparten mecanismos de aparición y evolución y con frecuencia se van combinando sucesivamente y ocasionan complicaciones cardiovasculares. La obesidad está erigiéndose en el problema de salud pública más serio del siglo XXI. Se trata de un trastorno que comienza en la infancia, florece en la edad adulta y da origen a múltiples problemas de salud.

Factores genéticos y moleculares, junto con circunstancias coadyuvantes y desencadenantes ambientales y conductuales, intervienen en su patogenia y condicionan su tratamiento de forma decisiva. Por su parte, la diabetes mellitus de tipo 2 (DM2) es una enfermedad metabólica que se debe a defectos en la acción de la insulina en los tejidos periféricos. La hiperglucemia crónica resultante se acompaña de lesión y disfunción de varios órganos, en especial los ojos, los riñones, los nervios, el corazón y las arterias.

Dos enfermedades asociadas: obesidad y diabetes

Entre las enfermedades que se derivan de la obesidad está la diabetes tipo 2, que se caracteriza por el aumento de los niveles de azúcar en la sangre. Con el paso del tiempo, este incremento de azúcar puede afectar a distintos órganos, provocando dolencias de tipo cardiovascular y neurológico. Con el aumento del número de personas que padecen obesidad, también aumenta el de las personas que padecen diabetes tipo 2.

Dada la relación entre ambas enfermedades, cada vez son más las personas que, como consecuencia de su obesidad, acaban padeciendo diabetes tipo 2 y viceversa. Por este motivo, desde hace unos años, en el ámbito sanitario se ha comenzado a utilizar un nuevo término para denominar la coincidencia de ambas enfermedades en la misma persona: Diabesidad.

El modo de hacer frente a la Diabesidad se basa en dos objetivos principales:

1.- Perder peso, sobre todo reduciendo el perímetro de cintura (PC).

2.- Mejorar los niveles de azúcar en sangre.

Para alcanzar ambos objetivos es necesario cambiar el estilo de vida.

Por otro lado, dado que tanto la obesidad como la diabetes son enfermedades crónicas que necesitan control médico. Sólo él es el indicado para establecer la forma más adecuada para reducir el peso y mejorar los niveles de azúcar en la sangre.

Agua de mar: útil en el tratamiento de la obesidad y la diabetes

El agua de mar ha comenzado a recibir mucha atención para la intervención terapéutica en algunas enfermedades de estilo de vida.

El estudio científico liderado por el doctor surcoreano Hwang y su equipo de investigadores del Departamento de Biotecnología de la Universidad de Daegu (Corea del Sur), sentó las bases para la incorporación de la terapia marina en el arsenal terapéutico disponible para el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, la obesidad y los múltiples procesos ligados a ellas.

El estudio se basó en una metodología que partió de la administración de agua de mar a un grupo de ratones frente a otro grupo control al que se le administró agua de potable. Después de 84 días, el grupo de ratones que tomaba agua de mar experimentó un descenso de peso de un 7%, de los niveles de glucosa de un 35, 4%, así como una mejora en el test de tolerancia a la glucosa, en comparación con el grupo que tomaba agua potable.

Los resultados de la prueba de tolerancia oral a la glucosa revelaron que los grupos alimentados con agua de mar aumentaron significativamente la eliminación de glucosa después de 84 días. El agua de mar observo aumento de los niveles de proteínas plasmáticas de adiponectina y la disminución de los niveles de proteínas plasmáticas de la resistina, la RBP4 (Proteína transportadora de retinol tipo 4).

La RBP4 es una proteína encontrada en concentraciones dos o tres veces más altas en obesos y diabéticos y funciona como disparador de la inflamación en el tejido adiposo. La evolución de dichos marcadores señala una acción multifactorial del agua de mar sobre el metabolismo de azúcares y grasas. En conjunto, estos resultados proporcionan una posibilidad de que la ingesta continua de agua de mar puede mejorar la obesidad y la diabetes.

Farmacéutica María L-Di Bernardo Navas
Especialista en Toxicología Forense
Magister Scientae en Química Aplicada
Doctor en Química Analítica.
Coordinador de Toxicología Forense
Facultad de Farmacia y Bioanálisis - Dpto. de Toxicología y Farmacología
Universidad de Los Andes-Mérida-Venezuela.
Correo. girard@ula.ve , marydi32@gmail.com




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