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18 de marzo de 2024





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Ángel Hurtado asegura que la tecnología ha complicado la creación
El pintor y cineasta destaca la perenne lucha entre las maquinas y el cerebro; además, estima que actualmente el arte pictórico en la Isla está de capa caída porque hay muchos pintores que no se esfuerzan por hacerlo sólido y riguroso, de manera que perdure en el tiempo. (+Vídeo)
Dexcy Guédez

Foto: YULIANNYS GONZÁLEZ | @Yuliaseret

El pintor y cineasta Ángel Hurtado vive rodeado del inmenso mar azul que lo flechó al llegar a Margarita. / Foto: YULIANNYS GONZÁLEZ | @Yuliaseret

7 May, 2017 | En su remanso, en un sector de Guarame, municipio Antolín del Campo, el pintor y cineasta Ángel Hurtado se ancló hace 21 años para pasar los últimos años de su vida en la Margarita que lo flechó por el azul de las aguas que la rodean y que, coincidencialmente, es su color favorito.

Por eso, en su taller ubicado a escasos metros de la playa guaramera, domina ese color, entre ellos una colección de botellas azul cobalto que engalanan su sitio ideal para trabajar.

Su fiel Theo, un golden retriever de año y medio que le regaló su amiga Mariela Contramaestre, lo acompaña a cada paso que, a sus 90 años por cumplir, da por el bucólico jardín que rodea su morada.

Hurtado se ubica en los tiempos actuales y pareciera añorar los anteriores, ya que percibe que la creación del arte se ha visto afectada por los avances tecnológicos que -a su entender- en vez de facilitar las cosas, lo que hacen es complicarlas.

“La creación se ha vuelto en realidad muy fácil por un lado con algunos instrumentos, pero por el otro, muy complicado porque hay una perenne lucha entre las máquinas y el cerebro”.

Advirtió que hay que tener mucho cuidado y equilibrio en no dejarse gobernar por las máquinas y que sea el cerebro el que siga predominando y no lo contrario.

Siendo franco, Hurtado percibe que el arte pictórico en la Isla es deficiente porque aunque hay autores extraordinarios, al mismo tiempo hay muchos pintores que no se esfuerzan por hacer un arte sólido y con rigor, sino que prefieren “hacer paisajitos, peñeritos y pajaritos volando”, porque eso es lo que compran los turistas y que, a su modo de ver, es un arte que no tiene ninguna proyección.

Contrario a eso, nota que la producción de esculturas en Margarita en los últimos años ha cobrado mucho interés, desde su percepción, gracias a la historia de grandes escultores como Francisco Narváez, a quien considera el pionero de esa área y que además tuvo alumnos maravillosos a quienes legó algunos conocimientos.

Recuerda al escultor Valentín Malaver como uno de los discípulos de Narváez, quien a su modo de ver es uno de los mejores no solamente de Margarita, sino del país entero.

Asegura que hay otros que trabajan con gran seriedad y que trabajan la piedra que es una materia muy dura y que requiere de mucho esfuerzo, pero aclaró que la pintura no se compara con la escultura en estos momentos porque la segunda tiene mucho más calidad que la primera.

Sin materiales para trabajar

El artista tocuyano enraizado en la Isla consigue muy pocas fortalezas en estos momentos al arte de la pintura, porque siendo un trabajo muy duro, está convencido que hay que llegar a los 90 años que él está por cumplir el 27 de octubre, para poder ”medio subsistir” de la pintura.

En cambio, las dificultades son muchas, sobre todo en la actualidad porque no se consigue absolutamente ninguno de los materiales esenciales para plasmar su inspiración sobre el lienzo.

“En la Isla no hay telas ni pinturas y comprarlos en Caracas en mucho más costoso y traerlos del exterior es más cuesta arriba. La situación es difícil desde el punto de vista del material”.

También considera difícil la situación desde el punto de vista de la concepción, porque considera imperativo concebir un arte que sea sólido y que perdure en el tiempo.

Presencia y consejos

Insiste en que desde que llegó a Margarita hace más de dos décadas, recibió el flechazo y decidió que quería pasar sus últimos años albergado en ella, por lo que el mejor regalo de retribución que puede hacerle y que se pregunta si tendrá algún valor, es su presencia y los consejos a los artistas, así como su cariño a todos los margariteños, a quienes considera un pueblo admirable y muy querido.

Biografía

Ángel Hurtado nació en El Tocuyo, estado Lara, el 27 de octubre de 1927. Pintor y cineasta. Hijo de Miguel Ángel Hurtado y María de Hurtado. Participó por primera vez en una exposición colectiva a los 18 años, con José María Giménez y Octavio Alvarado.

Mientras cursaba bachillerato se mudó a Caracas y en 1946, becado por el Ministerio de Educación, se inscribió en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas. En 1949 recibió el premio para estudiantes de artes plásticas en el X Salón Oficial. Al año siguiente obtuvo el segundo premio en el VIII Salón Arturo Michelena con "Tres árboles" y se unió al Taller Libre de Arte.

Su trabajo pasa de un abstraccionismo geométrico rítmico hacia un abstraccionismo orgánico, que luego se vuelve expresionista. Sus piezas se orientan hacia un grafismo que luego desarrollaría en París en 1954, bajo formas pictóricas articuladas en torno al juego dinámico de barras negras que destacan sobre una atmósfera nocturna, transparente y sombría.

Continuó enviando sus obras a los salones nacionales, en los cuales obtuvo varios reconocimientos. En 1959 viajó a Washington, expuso en la Unión Panamericana y regresó luego a Venezuela. En esta etapa sus obras tienen un carácter gestual típico del expresionismo abstracto. En 1961 realizó "Espacio sideral", con la que ganó el Premio Nacional de Pintura en el XXII Salón Oficial. Profesor de pintura, dibujo y fotografía en la Escuela de Artes Plásticas "Cristóbal Rojas" y de periodismo cinematográfico en la Universidad Central de Venezuela, también dirigió el Departamento de Cine de la Televisora Nacional de Venezuela.

En 1964 regresó a París, donde permaneció por seis años; a partir de entonces su trabajo adquirió plena madurez en el empleo de la técnica y la expresión. Los motivos predominantes durante esta etapa son la esfera, el ritmo cósmico de las estaciones y el espacio infinito, expresado por medio de densos empastes de pintura y collage para enriquecer la textura y resaltar la presencia de la materia como tema primordial.

Desde 1967 comenzó a realizar collages con recortes de reproducciones de obras de los grandes maestros, a modo de ejercicios de composición que el artista denominó "divertimentos". Entre 1970 y 1995 se radicó en Estados Unidos y trabajó como jefe de la Unidad Audiovisual del Museo de Arte Moderno de América Latina en Washington.

Hurtado retornó a Venezuela en 1995 y se residenció en la isla de Margarita con breves estadías en Caracas, sin dejar de mantener su taller en Estados Unidos. Paralelamente a su labor como pintor, Hurtado también ha dedicado parte de su talento a la realización de películas y materiales audiovisuales.




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