25 Abr, 2024 | Continuando el análisis de este primer Gobierno Democrático después de la caída del Dictador Marcos Perez Jiménez, es históricamente difícil establecer si el gobierno de Betancourt, deliberadamente, condujo a los partidos de extrema izquierda a una posición en la que la opción armada apareciera como “la única” o “la mas “atractiva alternativa” de ese momento. Es verdaderamente cierto que ese gobierno y en particular el Partido Acción Democrática, llevaron a cabo una lucha implacable contra los bastiones sindicales y gremiales dominados por el PCV, el MIR y otros grupos de extrema izquierda. La lucha por el predominio sindical en especial, fue no pocas veces acompañada de actos de violencia por parte de los grupos de choque del partido de gobierno, aunque ello formara parte de la estrategia destinada a inducir al PCV y al MIR a irse por el despeñadero de la lucha armada, siendo esto una conjetura que va mas allá de los datos y a la vez “indesmentible” e “indemostrable”.
Rómulo Betancourt siguió en todo este tiempo una política vigorosamente anticomunista y con esa línea de acción, Betancourt atraía a la Iglesia, a un amplio abanico de sectores sociales y económicos, a conservadores, al empresariado y al gobierno de los Estados Unidos, aunque con este último desde Gallegos, seguía siendo de controversia para Betancourt el verse sometido a embates de lado y lado, pero el apoyo del gobierno de ese país era un asunto crucial. No estando muy claras las credenciales de Betancourt en cuanto a su postura frente al comunismo y su postura frente a la guerra fría de esos tiempos, siendo estos momentos de mucha intensidad, una política claramente anticomunista de su parte, podía aclarar las cosas en cuanto a lo que a él le interesaba y lograr así el respaldo del gobierno norteamericano, como de hecho ocurrió.
Definitivamente la lucha antisubversiva fue objeto de cuarenta años, después de una reinterpretación que convirtió a los que la llevaron a cabo, en agentes del imperialismo y a los que la enfrentaron, en pioneros de una revolución que surgió en el siglo XXI.
Esto es el análisis lógico de esa situación vivida por el gobierno de turno, pero aquellos que participamos de una forma u otra en la lucha armada, debemos decir que lo hicimos convencidos de que si podíamos realizar una transformación radical en lo social y en lo político, inspirados tal como lo analizamos, en la Revolución Cubana, basados ideológicamente en el Marxismo Leninismo pero, ¿saben ustedes qué edad teníamos la mayoría?, apenas 19 o 20 años, muchos de nosotros convencidos en un idealismo inexistente, lamentablemente muchos murieron convencidos de que lo que hacían estaba bien. Esa es nuestra cruda realidad, sin embargo muchos estamos vivos gracias a la rectificación a tiempo, no nos rajamos, no delatamos a los compañeros, sino comprendimos nuestra triste realidad, nos equivocamos y Fidel, que era un encantador de serpientes, nos embarco en esta terrible aventura. Siempre recordare unas palabras de Rómulo en el Teatro Boyacá de Caracas ante la Juventud de AD, cuando éramos llamados cabezas calientes: “LA LUCHA ES DE MASA Y NO ARMADA” y no lo escuchamos.”
Hoy día, reflexionando al escribir este breve artículo, debo decir que fuimos unos soñadores y YO particularmente con 85 años de edad, recuerdo con profundo respeto esos sueños y le doy Gracias a Dios por haber logrado la Democracia y haber ayudado a mi país, desde la posición que me toco asumir como Diputado de la República elegido por la voluntad del pueblo venezolano, desde todos los cargos públicos que me toco ocupar en mi trayectoria pública y en el ejercicio de mi profesión como Comunicador Social en la especialidad de Relaciones Públicas, Medios Comunicacionales e Imagen Corporativa.
