20 Ene, 2025 | A propósito de la afirmación de Karl Marx: “La historia se repite dos veces, una como tragedia y otra como comedia”, el autor mexicano, Federico Guzmán Rubio, comenta: “En la deriva rápida de la historia unas décadas de atraso, una falta de reconocimiento del cambio de las circunstancias, lleva al enmohecimiento y al ridículo. Lo que antes eran prácticas y creencias llenas de vitalidad se convierten en rituales vacíos hablados en un lenguaje muerto. Lo que nos evocaba horizontes al alcance de la mano, llenos de significado, pasa a ser una árida y deslucida expresión que solo produce incomodidad, falsa emoción o, directamente, risa. Y la risa será mayor en proporción a la enormidad de la tragedia y la épica que la antecede, porque esa es también una regla de la dialéctica”.
Tragedia y comedia, simple tragicomedia, es lo que se me ocurre para definir la actuación de parte importante de la dirección política de la oposición en nuestro país. Más de cinco lustros desde que Hugo Chávez asumió el poder el 2 de febrero de 1999, son los que suma un equipo dirigente que se reitera tanto en su comportamiento que, hasta su liderazgo, excepción hecha de quienes han desaparecido físicamente, son los mismos desde ese tiempo y cometen el mismo error.
Solo ha cambiado el orden de los factores. Todos los partidos y hasta las individualidades como en este momento ocurre, han tenido su oportunidad de capitanear ese barco y todos han terminado en el astillero en reparaciones mayores. La nave ha cambiado de nombre varias veces, Coordinadora Democrática (CD), Mesa de la Unidad Democrática (MUD), y ahora Plataforma Unitaria (PU), cambios cosméticos influenciados más por la convicción de que lo vienen haciendo bien y que lo único que hace falta es un aggiornamento cosmético en la nomenclatura, que no en lo político y programático.
Pero lo sucedido en esta oportunidad debería invitar seriamente a la reflexión, a ver si reaccionan y por fin comprenden que eso que llaman los estudiosos de las condiciones objetivas para hacer política en Venezuela, no son las mismas de hace 26 años, entre otras cosas porque la actuación de esa dirección le regaló al oficialismo, la posibilidad de elaborar un paquete de leyes diseñadas para garantizar una larga estada en el poder, cuando decidieron no participar en las elecciones parlamentarias de 2005.
Para examinar el momento actual creo oportuno recordar las palabras del ex vicepresidente del CNE, Rafael Simón Jiménez, en una entrevista de TV con Kico Bautista el 1 de marzo 2023: “María Corina ha sido copartícipe, propulsora y protagonista de todos los errores que se han cometido a lo largo de estos 23 años y sin embargo se deslinda de ellos y acusa a quienes estuvieron con ella, de responsables”. Por esos días la PU anunciaba la posibilidad de escoger candidato presidencial, como una iniciativa política para “recuperar la calle”, luego de un tímido y poco exitoso retorno a la ruta electoral para participar en las mega elecciones regionales y municipales de noviembre de 2021.
La posibilidad de que Machado participara en las elecciones primarias de la oposición con inhabilitación política a cuestas, siempre estuvo planteada por ella y sus más cercanos colaboradores, sin embargo, no fue hasta marzo del 2023 que decidió transitar ese camino, porque hasta ese momento no creía en la ruta electoral.
Lo que vino después ustedes lo conocen, los dirigentes de las organizaciones más importantes de esa alianza, se subordinaron a los mandatos de la señora Machado, y asumieron la “política” de los sectores más radicales del extremismo partidista venezolano.
Es así como MCM se agarra las primarias, pone las condiciones, se deshace de todos los obstáculos que consiguió en el camino y se alzó con la candidatura presidencial condenada de antemano.
Ya electa como candidata y líder fundamental de la PU, arrastra a las organizaciones partidistas más importantes de esta a una política suicida, de confrontación extrema. Respalda amenazas internacionales contra los hombres clave del sistema, Maduro, Cabello y Padrino, con lo que hace imposible un eventual cambio. Activa las alarmas del gobierno y sus aliados, quienes deciden, luego de ratificada su inhabilitación, impedir que por interpuesta persona asuma el poder quien que no ha hecho sino subvertir al extremo a las instituciones, al alto mando militar. No se salvan de su diatriba presidentes y jefes de estado y de gobierno de otras naciones, a quienes cuestiona hasta que se sonrían con algún alto jerarca del proceso.
Sobre esta materia falta mucho que escribir y lo seguiremos haciendo, para seguir la dinámica suicida de la máxima líder de la PU y su entorno más cercano. Es previsible la decepción del común de la gente, sobre todo después del 28JUL24, en los días previos al 10 de enero y todo lo acontecido, aun en pleno proceso de desarrollo, después de ese día.
La vida continua y quienes quieran mantenerse en la política deben prepararse para participar en elecciones de alcaldes, concejales municipales, gobernadores, legisladores regionales, diputados nacionales y, seguramente en un referendo respecto de la reforma constitucional que parece ocupará el debate político de este año. Mientras tanto Machado pretende tapar su catástrofe y seguir estirando el chicle de las expectativas. De "esto se acabó" a "nunca dijimos que fuera fácil".